viernes, 1 de abril de 2011

Mis charlas con PARKINSON


Si señor,  dentro de poco un año.
 
Si señor, un año que celebré por primera vez, el Dia mundial del PARKINSON,

Aunque antes no sabía porque te hacíamos un homenaje y encima de una semana, ahora entiendo, que no es una celebración de alegría por tenerte con nosotros, es, para que todo el mundo sepa que existes, como eres, de todo lo que eres capaz de hacer, y nosotros sin otro remedio, soportarte.

Yo llevaba dos meses en activo en la Asociación Parkinson Valencia, aunque ya era asociado a ella varios años antes, pero no la frecuentaba.

Recuerdo que lo pasé bastante bien en el rastrillo y después en la merienda, pues ya empezaba a tener amistad con algunos compañeros y a conocer a otros, hasta quedar para ir con ellos al  E.V.E.S. (Escuela Valenciana de Estudios para la Salud).

Pero el día gordo, el esperado, se celebró en el cauce del río Turia, bajo el Palau de la Música.

Al cruzar la Alameda para bajar al río,  intervienes tú, "querido" Parkinson. Era la segunda vez que me tirabas, no sentí nada, no tropecé, no note tu zancadilla, quizás perdí la estabilidad, cosa que tu sabes hacer. Caí de cara contra el suelo, mi madre detrás gritando y llorando, como pude me levante y viendo la expresión de mi madre, comprendí que no estaba muy favorecido, tenia las gafas rotas y me salía sangre de la nariz y la boca, las dos rodillas peladas y en carne viva.

Llegamos donde se celebraba el acto, una ambulancia, enseguida me suben a ella y me curan las heridas de la cara, pero de las rodillas me callo, para que no me prohíban correr la Mini Maratón, porque me hace ilusión hacerlo.


No os podéis ni imaginar la cara de alegría que puse, el mas feliz del mundo. Yo a mis 52 años, las rodillas destrozadas, contigo a cuestas y gano una medalla, la cual lleve colgada, en la comida y en el baile que se celebro en tu homenaje.
Gorras para el sol, camisetas con tu nombre y empieza la carrera, las rodillas escuecen mucho, pero ellas no me ganan, un duro esfuerzo y llego a la meta, me siento cansado, van llegando todos. Al empezar la entrega de premios, suena: “y en tercer lugar Tomás”.

Ves Parkinson, nos das una de cal y otra de arena, me tiras al suelo y luego en tu "fiesta" gano una medalla, gracias, al final hasta harás que te quiera.

Y este año, salvo la caída, espero que se repita el resto,  e intentare mejorar o por lo menos repetir. Pero eso quedará para contarlo, después de la fiesta. La fiesta del XV Mini Maratón del día 16 de abril.


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