Cómo actuar con un enfermo de
Parkinson
Cuando la
enfermedad de Parkinson aparece en la vida del enfermo su día a día va a
cambiar mucho. Pronto no podrá realizar tareas que antes eran cotidianas. Por
ello, te damos estos consejos para facilitar la vida al enfermo.
De cómo
actuemos con y ante el enfermo de Parkinson dependerá en gran medida su
calidad de vida.
- El ejercicio, en combinación con los medicamentos adecuados, mejora la calidad de vida, ya que disminuye la tensión y rigidez del enfermo. Hay que animarle por todos los medios a caminar diariamente.
- Valorar las fuerzas y capacidades del enfermo.
- No insistir en aquello que no puede hacer.
- Implicarle en la toma de cualquier decisión que le concierna.
- Ayudarle a fijar unos objetivos fáciles y realistas, que pueda lograr con éxito.
- Evitar, a toda costa, estresarle más, dando muestras de impaciencia.
- Distribuir las tareas y actividades del día en etapas cortas sucesivas a fin de facilitar su realización. No hay que olvidar que una persona con Parkinson no puede hacer dos cosas a la vez y que necesita ejecutar cada movimiento de forma consciente.
- Favorecer el descanso. Las tareas cotidianas exigen más tiempo y energía a un enfermo de Parkinson que a cualquier otra persona, por eso es esencial que descanse para tener la fuerza necesaria para llevarlas a cabo. Por su parte, la familia debe ser respetuosa cuando el enfermo se muestre cansado, algo que sucede rápidamente.
- Reservar los momentos en que los medicamentos producen su efecto máximo para realizar las actividades que requieran más movimientos, como la higiene personal o la operación de vestirse. El médico indicará cuáles son los momentos más apropiados.
- Hay que tener en cuenta que los problemas de incontinencia que se puedan presentar se deben a la lentitud con que la persona enferma se dirige al baño, que debe estar lo más próximo posible a la habitación donde el enfermo pasa la mayor parte de su tiempo.
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