Sin embargo, aun cuando sus síntomas motores disminuyeron, los pacientes seguían sufriendo depresión, fatiga y otros síntomas no motores de la enfermedad. Mediante la tomografía por emisión de positrones (PET), los investigadores rastrearon las neuronas dopaminérgicas en el cerebro y comprobaron que la función de estas neuronas había sido restaurada por los injertos.
En cambio, observaron menos neuronas productoras de serotonina de lo normal en regiones del cerebro relacionadas con el sueño, la vigilia, el apetito, el humor y las emociones.
Este hallazgo indica que en el tratamiento del párkinson deberían incluirse terapias de reemplazo de neuronas serotoninérgicas, para alcanzar un alivio más completo y largo.
A pesar de la importancia de estos resultados, todavía es necesario seguir investigando en la misma línea, a fin de contrastar la información obtenida.
(Scie Transl Med 2012; 128: 128ra41)
Fuente: Diario Médico